RECETA
Haz un delicioso flan de coco con 3 ingredientes, sin azúcar añadido
Que sí, que el coco es un gasto a veces, pero es que lo vale. Por su sabor, sus nutrientes y por cómo te hace cerrar los ojos y pensar que estás en la playa con cada cucharada. ¡A disfrutar!
¡Ey! ¿Qué tal si te cuento un secretillo para darle la vuelta a la merienda sin que la conciencia (o la báscula) te pille desprevenido? Estoy hablando de un flan de coco que te va a dejar con la boca abierta, y lo mejor de todo es que no lleva azúcar añadido. ¡Así es! Y no necesitas ser un chef con estrellas Michelin para clavarla, solo ganas de probar algo rico y tres ingredientes.
Vale, ya sabemos que comprar ingredientes a granel puede ser un pellizquito al bolsillo, pero, ¿y si te digo que uno de ellos puede que ya lo tengas rondando por tu cocina? Sí, el coco es el protagonista de nuestra receta y a veces no sabemos muy bien qué hacer con él, más allá de decorar algún que otro postre o darle un toque exótico a nuestros platos. Pero hoy, ¡hoy es la estrella!
Ingredientes de la receta:
- Leche de coco
- Huevos
- Endulzante natural al gusto (por ejemplo, dátiles o miel de agave)
Este ingrediente no es solo una cara bonita en los anuncios de playas paradisíacas, es un auténtico crack en nutrientes. Nos aporta grasas buenas, fibra y un sabor que es puro trópico, ¡perfecto para un postre que no solo alimenta el alma!
Paso a paso:
Vamos a empezar por lo fácil. Coge esos huevos y sepáralos como si no hubiera un mañana. Las claras por un lado y las yemas por otro. Ahora, en un bol grande, mezcla las yemas con el endulzante natural que hayas elegido. Si has optado por dátiles, asegúrate de triturarlos bien antes para que no te encuentres con sorpresas crujientes.
Una vez tengas esa mezcla lista y sin grumos (que no queremos sustos texturales), añade la leche de coco. Dale cariño y mezcla bien hasta que todo esté integrado. Luego, vierte la mezcla en moldes individuales o en uno grande, como prefieras. Mételos al baño María en el horno precalentado y déjalos ahí hasta que cuajen, como un paseo largo y tranquilo, que te dé tiempo a soñar con playas y palmeras.
Después de la cocción, deja que el flan se enfríe y mételo en la nevera para que coja cuerpo y frescura. Cuando no puedas resistir más, sácalo, pasa un cuchillo por los bordes y dale la vuelta como si no hubiera un mañana. ¡Tachán! Ahí tienes un flan de coco con tres ingredientes, listo para conquistar estómagos y corazones.
Y así, con poco más que abrir la nevera y encender el horno, te has marcado un postre que es puro amor tropical.
