Tamara Falcó le arrebata un preciado tesoro a Íñigo Onieva y lo arrastra a su plan perfecto

El amor entre Tamara Falcó e Iñigo Onieva volvió más fuerte que nunca. Ya con el anillo de compromiso de nuevo en su dedo, la Marquesa aprovechó el domingo pasado para llegarse al servicio de misa acompañada del empresario.  

Con un look casual y sonrisa de enamorados, fueron captados por las cámaras visitando su iglesia habitual en cercanías a su vivienda. La hija de Isabel Preysler no pudo esconder su mirada de enamorada como tampoco lo pudo hacer él.  

Tamara, presumiendo su anillo ante los reporteros, dejaba entrever que la ruptura tan pronunciada que hubo antes con Iñigo en nada los afecto. Supieron salir victoriosos de la crisis que previamente parecía haberle robado el sueño de estar juntos.  

Para Onieva, las cámaras no son los suyo o al menos no tanto como la Marquesa. Visiblemente nervioso y acostumbrado más a la reserva, se sabe que mucho se espera de él luego de la terrible equivocación que tuvo el año pasado. Lejos de eso, ambos disfrutan su relación y no dan pie a los malos comentarios.