Los nombres que han marcado a fuego la vida de la Reina Sofía

La historias del Rey Juan Carlos están plagadas de misteriosas amigas especiales, que desde hace más de 50 años tensan sus relaciones con la Reina Sofía, que estoica muestra su mejor cara, a pesar de todo lo que supo y soportó durante su matrimonio, marcado a fuego por al menos tres nombres que llegaron a los medios. 

La más dolorosa de las infidelidades a la que la sometió el Rey Juan Carlos a la Reina Sofía ocurrió en 1976, cuando la Emérita llevó a sus hijos a una casa de campo para darle una sorpresa a su marido. Pero la sorprendida fue ella, cuando lo descubrió con otra mujer en la cama.

Este episodio llevó a la Reina Sofía a instalarse varias semanas en la India, bajo los brazos de su madre, la Reina Federica, que le recordó que debía soportarlo todo para ser una Reina con un reino. Fue ahí cuando asumió el rol institucional al que su marido y padre de sus tres hijos la obligaba a desempeñar.

Desde ese momento ya nada volvió a ser igual y los rumores se acumularon alrededor de diferentes mujeres. Una de las más recordadas es Marta Gayá, la que conoció al Rey Juan Carlos en 1987. Integrante de la alta sociedad de Mallorca, vivió su amor con el Emérito entre la isla y Madrid, aunque siempre con mucha discreción. Es más, se dice que después de muchos años, ambos mantuvieron una relación amistosa. 

Tiempo después llegó la etapa en la que Bárbara Rey se convirtió en esa amiga especial, desde 1994, cuando Adolfo Suárez hizo lo posible para que una llamada de teléfono sea el comienzo de todo. En su recorrido por los platós para promocionar la serie "Cristo y Rey", la actriz rompió años de silencio y hasta confesó que “me hubiese gustado que no hubiese ocurrido nunca. No ha sido bueno para mí”. 

Aunque hubo muchas infidelidades en el camino, la primera que abrió las puertas en los medios fue Corinna Larsen, la aristócrata alemana que comenzó sus tonteos con el Emérito por el año 2004. Primero fue su asesora en la compra de armas, después le organizó la boda -y la posterior luna de miel- al Rey Felipe y a la Reina Letizia, para después mudarse a una casa muy cerca de Zarzuela.

Fue la propia Corinna Larsen la que destapó la olla al denunciar al Rey Juan Carlos por una supuesta vigilancia ilegal. Las diferencias comenzaron cuando ella pidió un lugar que él no le concedió, además de discusiones económicas y hasta se habló de que él la había engañado. Para variar.

Ahora con Don Juan Carlos en Abu Dabi, lejos de la Monarquía y con su poder en decrecimiento, algunas de sus antiguas acompañantes han perdido el medio y han salido a contar cómo fueron esos años junto al hombre que reinó durante cuatro décadas, en detrimento de la imagen de Doña Sofía, que ha hecho lo posible para no quedar opacada, aunque muchas veces terminó ridiculizada por su marido desde hace 60 años.