El profundo disgusto que se apodera de Pablo Urdangarin, una frustración incontenible

Durante el último año, Pablo Urdangarin ha tenido que salir a dar la cara por sus padres, que luego de otro escándalo, han decidido iniciar los trámites de divorcio y han dejado al chaval casi que a la buena de Dios. Después de atajar los embates de los medios, deseosos por saber detalles del desgarramiento familiar, el joven de 22 años se ha visto reflejado en las noticias rosas y sintió como una puñalada la revelación de la identidad de su nueva ilusión, algo que no estaba entre sus planes.

Hace poco más de una semana, la revista Vanitatis publicó las primeras imágenes del hijo de la Infanta Cristina, paseando y dándose cariño con una joven dentro de un centro comercial en Sant Just Desvern, ubicado muy cerca de su casa, en Barcelona.

Hasta ese momento, nada se sabía de ella y, según el mismo medio, la joven no tendría intenciones de que su identidad fuera revelada, puesto que podría comenzar a ser asediada por los paparazis. 

Pablo Urdangarin ha confesado a su círculo cercano que tantos años de problemas familiares lo hicieron fortalecerse lo suficiente para prepararse para enfrentar a la prensa. Sin embargo, no esperaba que se entrometieran con su intimidad, algo que le ha provocado un profundo disgusto. 

Como jugador profesional de balonmano, Pablo Urdangarin es consciente de que la atención sobre él está más vinculada a los marrones de su padre, Iñaki Urdangarin, y por ser además nieto del Rey Juan Carlos, un combo entre las dos personalidades que más veces pusieron contra la pared a la Monarquía española en los últimos años.

Otra de las cuestiones que más enfadó a Pablo Urdangarin es que en los medios se haya hablado de sus tonteos con más de una joven, algo que no sería cierto y que atenta contra su actual relación, que teme que se derrumbe ante los últimos sucesos mediáticos.