Pablo Urdangarin consigue aquello que más deseaba de la Infanta Cristina

La vida le sonríe a Pablo Urdangarin, quien esta semana ha confirmado que tiene una nueva ilusión. Aunque preferiría mantenerla alejada de los medios, esto ha sido imposible después de que la prensa rosa se haya enfocado en la pareja, que se ha mostrado románticamente paseando por las calles de Barcelona. 

Los primeros indicios llegaron cuando fueron pillados de la mano por la calle y más tarde haciendo compras en un supermercado. Pero todo se terminó de confirmar cuando ella, Johanna Zott, fue a ver al sobrino del Rey Felipe a un partido de balonmano al Palau Blaugrana, en donde coincidió con la Infanta Cristina, con quien cruzó algunas palabras. 

Ocurre que Johanna Zott sería una vieja colega del Liceo francés, en donde también estudió Pablo Urdangarin, y a la que habría reencontrado en este último tiempo. Por eso le resulta familiar a la Infanta Cristina, que ya les habría dado su bendición para que continúen con el romance. 

Pablo Urdangarin y Johanna Zott tendrían varios puntos en común. Además de haber compartido el instituto, ella proviene de una familia aristocrática de Barcelona y tiene la misma afición que él por el deporte. 

De hecho, Johanna Zott juega al voley en el equipo de Esplugues de Llobregat, de la categoría Senior B, que tiene su base de entrenamientos en una ciudad colindante a Sant Joan Despí, donde Pablo Urdangarin fijó residencia con un par de amigos.

En los últimos días, el hijo de la Infanta Cristina le devolvió gentilezas y asistió a uno de sus juegos, en donde se cruzó con los padres de Johanna Zott, quienes estarían muy a gusto con la nueva ilusión de su hija. 

El propio Pablo Urdangarin fue consultado hace unas horas por periodistas de "Europa Press", quienes le consultaron sobre su nueva relación. Sereno y educado, como siempre, el nieto del Rey Juan Carlos confesó que está "contento" y "feliz" junto a su novia.