Frogmore Cottage, la residencia de la que fueron despojados el Príncipe Harry y Meghan Markle

Una de las decisiones más polémicas que tomó el Rey Carlos III tras ascender al trono fue desalojar de la residencia oficial, Frogmore Cottage, al Príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle. 

La propiedad, ubicada en Reino Unido, es la única de la que disponía la pareja y, a pesar de los intentos por negociar otras opciones, el Duque de Sussex se quedó sin salida. De esta manera, debería de abandona aquella vivienda en donde se anunció y celebro el compromiso de boda.  

¿Una estrategia? 

Detrás de este desalojo también se encuentra una verdad sin cara visible. Aparentemente, la salida de los Duques tiene que ver con el Príncipe Andrés, supuestamente el nuevo inquilino de la vivienda. Su hermano decidió reducir su asignación por lo que ahora viviría en la mansión.  

Este gesto parece no haberle caído nada bien al Príncipe. Según explicó la revista 'Lecturas', “piensa que trasladar su residencia a la casa de su sobrino supone una degradación para él”. “Carlos III quiere seguir el modelo de otras Casas Reales europeas y reducir la monarquía poco a poco y para ello tiene que ir reduciendo el número de personas que forman parte de la Familia Real que están en activo y rebajar el presupuesto de las asignaciones a los diferentes miembros que son parte de la institución, para que ésta se mucho más modesta y austera”, explicó el medio mencionado.