La UE fortalece los controles migratorios y permite la expulsión de refugiados

La Unión Europea (UE) lanzó el pasado miércoles un nuevo Pacto por la Migración y el Asilo, se trata de una controvertida ley en la que distribuye la responsabilidad de refugio para migrantes en los países miembros y refuerza el control fronterizo.

Esta reforma estipula la colaboración por los países europeos de dar asilo a las personas que cumplan con los requisitos de permanecer en el continente, así como también los gastos operatorios de repatriación para quienes no tengan los requerimientos exigidos por la UE.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, manifestó que "la migración es compleja, el antiguo sistema para lidiar con ella en Europa ya no funciona".

Los miembros de la UE que no quieran ser voluntarios para dar asilo a los migrantes que lo soliciten, podrán repatriar a los solicitantes.

Durante los últimos años, la región europea se ha visto presionada con las múltiples críticas por no asumir la responsabilidad de admitir personas que soliciten asilo por diferentes motivos.

Cientos de personas escapan cada día de países en conflicto dirigiéndose a estas naciones en busca de ayuda. Uno de los casos recientes son los barcos de “Open Arms” y “Sea Eye”, que rescataron a decenas de migrantes que huían del conflicto en sus países.

Estos barcos estuvieron varados por varios días esperando respuestas por parte de las autoridades italianas, para realizar el desembarco con decenas de niños a bordo, y pocos recursos para sustentarse en el mar.

El plan llega luego del incendio del campo de refugiado en Moria. Las personas fueron reubicadas en la Isla de Lesbos, donde organizaciones como Médicos Sin Frontera (MSF) denunciaron que los migrantes se encontraban en una situación bastante precaria.