Ante la falta de vacunas, el jefe de la OMS insta a las farmacéuticas a liberar las patentes

El jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, analizó la situación epidemiológica a nivel mundial y objetó, una vez más, el comportamiento de las potencias mundiales respecto de la adquisición las vacunas.

En este sentido, existe la urgencia de inmunizar a la población para que el virus no mute a una cepa a la que la vacuna no sea eficaz, porque de esa manera se puede “terminar de nuevo en el punto de partida”, fundamentó el director general del organismo.

Asimismo, si bien la velocidad con las que se lograron los fármacos contra el coronavirus han batido todos los récords, la capacidad de producción de los laboratorios no es suficiente para satisfacer la demanda global.

Se han aplicado en un puñado de países ricos y productores de vacunas, mientras que la mayor parte de los países de ingresos bajos y medianos miran y esperan.

En tanto, lamentó que “la gran mayoría” de las 225 millones de dosis ya fabricadas se hayan distribuido entre unos pocos, bajo el razonamiento de “yo primero”. A su vez, indicó que esta actitud es “contraproducente”.

Compartir dosis, impulsar la fabricación eliminando barreras y asegurarnos de que utilizamos los datos de manera eficaz para llegar a las comunidades rezagadas es clave para poner fin a esta crisis.

Con estas palabras, Ghebreyesus resumió su pensamiento en un artículo de opinión publicado en The Guardian. Además, expuso una realidad a la que, con anterioridad, la definió como un “fracaso moral y ético”.

La amenaza es clara: mientras el virus se propague a cualquier parte, tiene más oportunidades de mutar y socavar potencialmente la eficacia de las vacunas en todas partes.

LIBERAR LAS PATENTES

Como se mencionó párrafos atrás, las farmacéuticas no dan abasto con su capacidad de producción para cumplir con los contratos firmados y, por esta razón, se registraron faltantes y retrasos en las entregas.

A su vez, que la vacuna sea un bien escaso y se maneje bajo la lógica de oferta-demanda, no hace más que los que tienen dinero puedan negocian desde una posición de privilegio y los que no, como dijo el jefe de la OMS, “miran y esperan”.

En este aspecto, Ghebreyesus consideró que “"el aceleramiento de la fabricación” de vacunas “no sucederá por sí solo", por lo que, ante este “momento excepcional en la historia”, no se puede no “estar a la altura del desafío".

Ya sea que se trate de compartir dosis, transferencia de tecnología o licencias voluntarias, como alienta la propia iniciativa Covid-19 Technology Access Pool de la OMS, debemos hacer todo lo posible.

Dentro de ese universo de posibilidades, también destacó la recomendación de Sudáfrica e India de ceder “los derechos de propiedad intelectual” sobre los fármacos.

Renunciar a las patentes temporalmente no significará que los productores se verán perjudicados. Como durante la crisis del VIH o en una guerra, las empresas recibirán regalías por los productos que fabrican.

Por último, concluyó su artículo con una comparación para dimensionar la capacidad a la que ha llegado la ciencia: “Si podemos poner un róver en Marte, seguramente podremos producir miles de millones de vacunas y salvar vidas en la Tierra".