Los todavía esposos Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina celebran sus bodas de plata

El 4 de octubre de 1997, frente a 1500 personas, la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin unían sus vidas para dar lugar a un matrimonio bajo promesas de lealtad, respeto y tolerancia. Hoy, luego de 25 años, esa historia de amor quedó en el pasado, sin poder celebrarse las bodas de plata. 

La separación entre el exbalonmanista y la Infanta continúa en medio de un foco mediático que busca captar cualquier dato para ir hilando la historia. Desde enero, la expareja se encuentra caminando por rumbos distintos. A los tumbos o de buena manera, sus vidas dieron el famoso giro de 180 grados y con un punto de no retorno. 

Este martes, los medios de comunicación volvieron a encauzar su mirada hacia los cónyuges, motivados por el recuerdo de aquella unión ante Dios, el pueblo y la Realeza. En este contexto, fue inevitable rememorar el momento en que un par de fotos irrumpieron con el sueño de cumplir aquellos 25 plateados. Las imágenes del exjugador con Ainhoa Armentia de la mano sellaron la ruptura matrimonial y abrieron paso a un desembarazado comunicado. 

“De común acuerdo, hemos decidido interrumpir nuestra relación matrimonial. El compromiso con nuestros hijos permanece intacto. Dado que es una decisión de ámbito privado, pedimos el máximo respeto a todos los que nos rodean. Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin”, exponía el enunciado enviado por la Casa Real.

Este comunicado fue el resultado de un ataque hacia los planes de la Infanta Cristina, puesto que tenía preparada una fiesta muy íntima para este 4 de octubre, según publicó Vanitatis. Entre familiares y amigos, el número de invitados no sobrepasaba los 100. Un evento que iba a ser perfecto no solo por brindar 25 años de matrimonio, sino porque el exbarcelona había conseguido ya el tercer grado. Sin embargo, el destino fue forjado de otra manera.