PRINCESA LEONOR

La foto que la Princesa Leonor lamentará toda su vida por culpa de la Reina Letizia

Realmente no sabe de lo que se perdió.
domingo, 19 de junio de 2022 · 10:41

No hay más palabras realmente para calificar lo que han hecho la Reina Letizia y la Princesa Leonor a su padre, el Rey Felipe, ni mucho menos para medir la verdadera magnitud de las posibles consecuencias que podría traer aparejado para la Casa Real la quizá peor decisión que se han tomado en el último tiempo. Hay mucha tela para cortar y varios harapos por lavar y sacar a secar al sol, sin dudas. Pero lo realmente importante es de lo que se ha perdido la heredera al trono de España, quien, mucho antes siquiera de pensar en ocupar la Zarzuela tras la partida de sus padres, debe afrontar un escándalo por algo que –seguramente- ni siquiera ella tuvo la palabra final.

El desplante de la joven Leonor y de Doña Letizia (uno más y van…) a los Reyes de Noruega, que este fin de semana festejaron el postergado cumpleaños de 18 de su hija, la Princesa Ingrid Alexandra, ha causado un innegable disgusto que, se sabe, ha salpicado también en el resto de las monarquías que ven cómo una noble de origen plebeyo les insulta sistemáticamente. Pero, más allá de cualquier análisis político sobre el tema, lo que realmente preocupa a quienes siguen de cerca la carrera de la primogénita de los Borbón es la foto en la que jamás aparecerá y lo que ésta realmente representa.

Durante la cena de la Princesa Ingrid Alexandra hubo un momento en que se inmortalizó a lo que es considerado –y es- el futuro de la monarquía de toda Europa. Estuvo la cumpleañera, estuvo también la Princesa Amalia de Orange y sus hermanas, estuvo el heredero de Luxemburgo y las herederas de Bélgica y de Suecia. Y allí, sin embargo, hay una heredera que falta. Si hasta la cuadratura de la foto parece dejarlo en evidencia. La Princesa Leonor se perdió la foto de su vida, la que daría comienzo a un camino hacia la inmortalidad, como el que han dado los jóvenes royals en Oslo (Noruega), que han dejado atrás la apacible oscuridad para salir a la luz de los flashes.

El futuro de la Monarquía de Europa en una sola foto y sin la Princesa Leonor. (Foto: Reuters / Lise Aserud)

Por decisión de la Reina Letizia o de ella misma, la Infanta Leonor jamás podrá ser recordada como la heredera al trono español que dio sus primeros pasos junto al resto de sus pares juveniles, los royals que detrás de sus sonrisas comienzan a tejer lo que serán sus futuros reinados y las posibles alianzas también. Qué importante, entonces, estar presentes en este tipo de convites.

El peligro de repetir la historia

La Princesa Leonor ya dio su primer tropiezo en la previa a su regreso a España para pasar las vacaciones de verano junto a sus padres, la Reina Letizia y el Rey Felipe. Su falta de convicción o de interés por mostrarse en el evento más importante de la realeza en el último tiempo es considerado por los analistas políticos y de Casas Reales como un grave error estratégico. Un error que solo ha podido ser salvado parcialmente por Don Felipe, que, ante la oleada de críticas que rompían en la Zarzuela desde hace varias semanas, decidió aparecerse de último momento para evitar que la espuma tape el castillo.

Nadie sabe bien las razones que habrán movilizado a la princesa heredera del trono a ausentarse de la cena de su cuasi prima (recordemos que Ingrid Alexandra es ahijada de Felipe VI). Descartando que no haya sido voluntad de Doña Letizia, una ausencia de esas magnitudes podría ser tomada como un insulto. Una acción a la que los royals europeos están acostumbrados de parte de la Consorte española. Algo que no esperan de nadie más y que, de equivocarse, de repetir la historia, un integrante más de la realeza española comprometería seriamente las vinculaciones venideras.

El día que la Reina Letizia desplantó a los Reyes de Noruega, primer insulto a la Corona Nórdica. (Foto: Gtres)

¿Qué pensara, entonces, la Princesa Leonor? ¿Cuánto más podrá resistir el hecho de ser comparada con su madre por sus tropiezos en lugar de sus logros? Hay disgustos más serios en puerta.