REINA LETIZIA
El enemigo inesperado y el percance que alteró a la Reina Letizia en Mauritania
La Consorte vivió un momento complicado en su último día de viaje.La Reina Letizia ha sufrido un percance en el segundo y último día de su travesía por Mauritania: un enemigo invisible e inesperado la ha tomado por sorpresa mientras completaba su intensa agenda de visitas enfocada en las tareas de salud y alimentación que los trabajadores españoles están desarrollando en el país desde hace décadas.
Luego de una primera parada en el proyecto Huertos que promociona un espacio para mitigar y adaptarse a las condiciones tan duras del desierto y el cambio climático, justamente ahí fue que la Reina Letizia conoció al enemigo en todo su esplendor: un intenso temporal seguido de fuertes ráfagas y un aluvión que ha provocado una feroz tormenta de arena.
Luego del susto inicial ante el fenómeno climático, la Consorte debió refugiarse en las carpas de los trabajadores no sin antes apelar a gafas de sol y a mascarillas para protegerse del temporal que se ha suscitado nada más y nada menos que en el mítico desierto del Sahara.
Es que fueron las complicadas condiciones climáticas las que en esta visita alteraron a la Reina Letizia, quien ha visto con sus propios ojos cómo el viento arrastraba gran cantidad de arena, una situación por demás incómoda para la esposa de Felipe, pero a la cual ha sabido sobreponerse.
La madre de Leonor y Sofía capeó el temporal y no se frenó ante las condiciones adversas: al cabo de unos minutos se puso a conversar con quienes trabajan este terreno y promueven la seguridad alimentaria y el empleo para las 130 familias de la zona que ocupan los invernaderos que albergan plantas y semillas.
No es la primera vez que el viento le juega una mala pasada a la Reina Letizia, pero nunca había conocido en carne propia las dimensiones del entorno desértico. A sabiendas de lo que le esperaba, la experiodista se acomodó a las circunstancias, se olvidó de la elegancia de otras citas y se puso botas a media caña de cordones y con suela dura.
Eso sí: las gafas de sol son de un modelo de Carolina Herrera, un recurso improvisado ante el desierto del Sahara que ocupa casi todo el territorio de Mauritania y que la despidió a la Reina Letizia envuelta en una marea de arena y una ventisca que será motivo de anécdotas en su regreso a Zarzuela.