REY FELIPE

El sufrimiento del Rey Felipe y la Reina Letizia en la cumbre de la OTAN

Todos hablan de los videos y las fotos.
miércoles, 29 de junio de 2022 · 10:23

No. No fue lo que esperaban. Histórico, sí. Pero, ¿deseado? Con seguridad que la respuesta es un no rotundo. Es que, después de todo lo que se ha visto en torno al Rey Felipe y a la Reina Letizia en el primer día de la cumbre de la OTAN, parece haber razones suficientes para darles el “hasta luego” al mejor estilo Rey Juan Carlos, al que agregaron un “hasta nuevo aviso” en Sanxenxo el mes pasado.

Lo que han debido vivir –o más bien soportar- los Reyes de España en el inicio oficial de las actividades protocolares no tiene nombre. O sí lo tiene, pero sería algo desagradable nominarlo desde un medio de comunicación. Para ser justos y respetuosos con quienes nos eligen a diario, podríamos decir que a Don Felipe y a Doña Letizia les han insultado en la cara y en su propio hogar. ¿Quiénes? Pasamos a desmembrarlo.

La primera, llamémosle “falta de respeto”, tuvo lugar en el aeródromo del Torrejón de Aráoz, en Madrid. Hasta allí asistió el Rey Felipe con su voluntad de hierro de siempre para recibir al hombre más poderoso del mundo, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden. No fue para nada grato lo que vivió en ese lugar.

Biden descendió del monstruoso Air Force One para estrechar la mano de Don Felipe por unos segundos y abordar La Bestia (la limusina presidencial). Tardó cinco minutos –controlados con reloj) en partir rumbo a la Zarzuela. Y en todo ese tiempo, el pobre Felipe VI esperó de pie y en solitario a que el vehículo se ponga en marcha para recién subir al suyo y dirigirse a la residencia real, donde tendrían que volver a estrechar sus manos, según dicta el bendito protocolo.

Una de las periodistas que presenció y filmó el momento, y lo publicó casi de inmediato en las redes, criticó duramente la actitud de Primer Mandatario norteamericano. “Entiendo que se le quiera hacer la pelota a EEUU, pero no imagino a la reina de Inglaterra plantada a pie de pista para recibir a Biden y mucho menos esperando 5 minutos a que la Bestia arranque camino a Moncloa”, escribió Patrycia Centeno.

La Reina Letizia no quedó indemne. Fue Jill Biden, Primera Dama de Estados Unidos, la que protagonizó un segundo desplante a la Corona de España, haciendo esperar más de un minuto a Doña Letizia, con quien se había programado recorrer un centro de acogida para refugiados ucranianos en Madrid.

La esposa de Joe Biden no solo llegó tarde, sino que quiso que la acompañen dos de sus nietas, Finnegan y Maisy. Esta última no ha tenido reparo alguno de presentarse ante la dueña de la Corona y del corazón de todos los españoles vistiendo un chándal. Un conjunto completamente inapropiado para la ocasión. ¿No se dio cuenta la Primera Dama?

La Reina Letizia besando a Maisy, nieta de Joe y Jill Biden. (Fuente: EFE)

Ya con dos desplantes bajo el brazo, el Rey Felipe y la Reina Letizia debían encabezar la recepción y cena de gala para los más de 40 líderes mundiales presentes, en el Palacio de la Zarzuela. Y, esta vez, fue un local, un “amigo de la casa”, quien provocó la molestia de los Reyes españoles en una cita que, se suponía, sería consagratoria y de ensueños.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, se olvidó de todos los protocolos habidos y por haber. Después de saludar a los monarcas con un efusivo apretón de manos –también a la delicada reina-, les salteó y pretendió dirigirse directo a la mesa para disfrutar del festín. Hubiera cumplido con su cometido de no ser por Don Felipe que, rápido de reflejos, le regaló un gesto recordatorio y una frase en voz baja para ponerlo nuevamente en su lugar: junto a Doña Letizia para la foto por la que cualquiera se cortaría un brazo.

Ha sido un parto para el Rey Felipe y la Reina Letizia esta cumbre de la OTAN. Y todavía restan unas horas para su fin. Cualquier cosa podría pasar.