Diez años han pasado desde que se conociera el escándalo del vínculo entre el Rey Juan Carlos y Corinna. Conocido como el escándalo de La Angorrilla, varias vertientes delatan en la actualidad los detalles que hacen inolvidable esta etapa de la vida personal del padre del Rey Felipe. Se habla de un espacio un tanto arcaico que logró completarse con una piscina hinchable de plástico y una barbacoa portátil de larga patas.

Tanto el ex Monarca como Corinna habrían pasado mucho tiempo en el fantasmagórico palacio de La Angorrilla, al que llamaban “La Casita”. Algunos periodistas catalogaron este espacio como el “nidito de amor” de la pareja de enamorados.

Sin embargo, este tipo de lujo un tanto extraño parecía una estrategia para desviar la atención de los curiosos sobre el verdadero recinto del Rey Juan Carlos y Corinna. En realidad, mucho hacía falta para completar dicho palacio. "El chalé de caza que usaba Franco en los años 60 no daba para tanto", reseña un artículo de "Ok Diario" para hacer referencia a declaraciones de la propia Corinna en las que hablaba incluso del "nivel paupérrimo y la decoración de alcanfor de “La Casita", que puede apreciarse en las fotografías difundidas por el citado medio. 

Aquello no habría sido el lugar más deseado para que el Rey Juan Carlos y Corinna pasaran sus mejores momentos, la decoración de loa años 60 requería una reforma urgente. "El interior de la La Angorrilla no era ni plácido, ni cómodo, ni mucho menos lujoso. La mesa del comedor es de un estilo antiguo y muy vulgar, las paredes son frías, las cortinas necesitan un recambio y la alfombra del salón está raíd', reza el artículo de Ok Diario.

El problema de Corinna y el Rey Juan Carlos

Al día de hoy, Corinna y el Rey Juan Carlos enfrentan problemas muchos más grandes que la decoración del lugar donde pasar unos días de verano. El Emérito tendría que hacer frente a grandes indemnizaciones tras la demanda impuesta en su contra por su querida.

 Fuentes próximas a la investigación calculan que una sentencia de la corte londinense podría condenar a Juan Carlos al pago de cinco millones de euros en el caso de que se pruebe que acosó a su expareja. Corinna Larsen solicita en la demanda contra el Rey Juan Carlos ser indemnizada por la “vigilancia ilegal” que sufrió de los servicios secretos españoles y una restricción a 150 metros de ninguna de sus residencias. Además, en el escrito denuncia que fue amenazada por el Emérito, algo que le habría traído desagradables consecuencias.