La drástica decisión de la Infanta Cristina al despedir a una “vieja amiga”

¿Pasado pisado? Aparentemente, en proceso, pero cada vez más cerca. Atrás parecen haber quedado aquellos días grises y oscuros. Y no nos referimos para nada a la despedida de las estaciones frías y llegada del verano. La nube negra que la rondaba se habría disipado casi por completo. Y el mérito es solo de ella, porque fue su decisión, una drástica, que conllevó una despedida para siempre. La Infanta Cristina se decidió a pasar de página.

La hermana del Rey Felipe se replanteó su vida y ya no mira atrás. En realidad, ya no mira casi nunca, solo lo necesario para recordar a donde jamás quiere volver. Nunca más a los brazos de aquel que la traicionó de la peor manera y que hoy, aún lejos, busca formas increíbles para lastimarla.

Drástica es la decisión que ha tomado la Infanta Cristina. Lo es porque no hay vuelta atrás. Una “vieja amiga” fue la principal afectada por esta última determinación de la hermana mediana de los Borbón y Grecia. Su verruga. Ya no está más. Le ha dicho “adiós y hasta nunca”. Algo así como Felipe VI al Rey Juan Carlos en Sanxenxo, quizás un poco menos brusco.

Lo cierto es que la querida y castigada Cristina está dispuesta a rehacer su vida. No solo la profesional y familiar, sino también la amorosa. Es joven y se merece ser feliz de una vez y por todas, no una ilusión de realeza basada en política y negocios. Un amor verdadero que la lleve nuevamente a pasar inolvidables veranos en las costas de Bidart o en un nido romántico construido desde cero donde ella así lo decida.

Iñaki Urdangarin, su esposo en proceso de ex, le ha pagado con la peor moneda una vez más. Ha insultado la memoria familiar que compartía con la Infanta Cristina al mostrarse con Ainhoa Armentia en lo que supo ser su refugio romántico histórico. No tiene perdón y no se explica tanta saña.

La hija del Rey Juan Carlos se está poniendo a punto. A la despedida definitiva de su verruga le ha sumado un intenso entrenamiento tres veces por semana que ya estaría dando sus frutos. Está más estilizada, se siente más segura y está dispuesta a llevarse el mundo por delante.

Celebramos a la Infanta Cristina y su determinación por volver a ser feliz. ¡Enhorabuena! Mucha suerte con eso.