Fue realmente inesperado. Para todos, tanto para la prensa como también para el propio Iñaki Urdangarin y sus hijos. Los han atrapado con las manos en la arena. La Infanta Cristina casi los hace ahogar de un susto con su aparición.

La hija mediana del Rey Juan Carlos reapareció inesperadamente en las costas de Bidart, más precisamente en el cantón de San Juan de Luz, donde hace unos días su exesposo (todavía no legalmente) y tres de sus críos pasaron unos placenteros días de descanso.

El sorpresivo y completamente inesperado reencuentro entre la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin ocurrió el jueves, 4 de agosto. La ex-Duquesa de Palma apareció a lo lejos y alzó sus brazos para saludar. Divisada por sus hijos, éstos salieron del agua y corrieron para llenarla de abrazos y besos. Detrás de ellos, la leyenda de balonmano se acercó también a saludarla.

Según pudo retratar y comprobar en exclusiva la revista ¡HOLA!, mediante fotos y testimonios de testigos ocasionales, la mediana de los Borbón y Grecia y el condenado por el Caso Nóos mantuvieron una incómoda charla de alrededor de media hora. Muy pocas veces hicieron contacto visual. La mayor parte del tiempo era la Infanta la que hablaba e Iñaki el que escuchaba cabizbajo y algo triste.

El lugar en que la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se han reencontrado no es cualquier sitio. Las costas de Bidart supieron ser el refugio del gran amor que sintieron entre ambos, mucho antes de que Ainhoa Armentia entrara en la ecuación que no admitía un tercer factor. Sin embargo entró y el resultado fue catastrófico para el matrimonio.

Un pacto que no se cumplió

Las imágenes de la hija del Rey Juan Carlos y el ex-Duque de Palma en la playa son previas a las que se conocieron recientemente de Urdangarin y Armentia intercambiando besos en una playa nudista del sur de Francia.

Antes de aparecerse por sorpresa en las costas de Bidart, la Infanta Cristina ha pasado tres días en Mallorca junto a su hermana, la Infanta Elena, y su madre la Reina Sofía, en donde también compartió un almuerzo con su hermano el Rey Felipe en el Palacio de Marivent. Partió rumbo a Cádiz junto a la primogénita Borbón y Grecia, justo antes de la llegada de la Reina Letizia a tierras mallorquinas, viajó hasta Abu Dabi para pasar un día con su padre el Rey Juan Carlos en el aniversario de su exilio y luego regresó para refugiarse en Sotogrande, en la casa de una entrañable amiga, Silvia Villar Mir.

Mediante un pacto no escrito entre la hija mediana del Emérito e Iñaki Urdangarin, se suponía que ninguno de los dos pisaría la misma tierra que el otro. Se ve que la ansiedad ha traicionado a uno de los dos.