Charlène de Mónaco y el Príncipe Alberto, sus últimos gestos que no dejan lugar a dudas

¿Se reactiva el amor en el Principado de Mónaco? Una noticia desatada por muestras de afecto en público y suspiro optimista, impacta de manera polémica. Pese a la cantidad de fotografías en los que se han mostrado como una familia feliz, la distancia entre Charlène de Mónaco y su esposo, el Príncipe Alberto, era bastante notoria y noticiosa. Ahora, un giro de 180° presume señales de buen entendimiento y compromiso entre ambos.

De hecho, desde su vuelta a la vida pública el pasado junio, todos los gestos de afecto relacionados al matrimonio entre Alberto II de Mónaco, único hijo varón de Rainiero y Grace, y Charlène de Mónaco, la exnadadora olímpica sudafricana, habían sucedido por la intervención de sus hijos, los mellizos Jacques y Gabriella, de siete años.

Lejos de conocerse los detalles íntimos que acarrean el por qué de la distancia, algo cambió e impulsa a pensar que el único matrimonio Grimaldi que es como un soldado en la guerra, sobrepasa cualquier obstáculo. Manos entrelazadas, besos apasionados, gestos que indican que relanzan la historia de amor más polémica del Principado. Así se los captó en un acto impulsado por la Sociedad para la Protección de los Animales de Mónaco, cuya presidencia lleva el nombre de Charlène Wittstock.

En caso que las especulaciones sean ciertas y por, sobre todo, perdurara esta relación en el tiempo, el Principado de Mónaco podría celebrar que por fin se termino,- como dice la página Mujer Hoy, la legendaria maldición de los herederos al trono de los Grimaldi, condenados por una gitana a vivir matrimonios infelices o trágicamente interrumpidos. 

Ahora, con la reciente perdida de la Reina Isabel, Charlène de Mónaco y el Príncipe Alberto, se los podrá ver juntos ya que no han pasado desapercibido y han querido rendirle su especial homenaje asistiendo a una misa. La pareja fue a una celebración en honor de Su Majestad, donde estuvieron inseparables en la Iglesia Anglicana de San Pablo en Mónaco.