El triste episodio que la Reina Isabel jamás se perdonó en más de 70 años de reinado

Durante sus 70 años de gobierno, si existe una acción, una decisión, del cual se haya arrepentido la Reina Isabel, es haber rechazado visitar, en un primer momento, las cenizas de la catástrofe Aberfan ocurrido el 21 de octubre de 1966. Ese siniestro, se llevó la vida de 116 niños y 28 adultos. La imagen de Isabel II, tras este hecho, fue caracterizada como "fría e indiferente" 

La tragedia ocurrió cuando con el colapso de escombrera de una mina de carbón que, en cuestión de minutos, cubrió las aulas del Colegio Pantglas Junio, impactando de manera mortal en la vida de los niños y maestros que se encontraban llevando adelante las clases matutinas.  Del Reino Unido, es considerado uno de los mayores desastres mineros.

Ante tal magnitud, la población esperó por el accionar de Isabel II, sin embargo, las decisiones fueron otras. El día después, la Monarca Isabel II envió en su lugar a su marido, el duque de Edimburgo, y a Lord Mountbatten. Esto trajo consecuencias graves en su imagen ya que fue criticada y recordada como indiferente con su pueblo ante tal siniestro.

No obstante, tras esta caída monumental de popularidad, la Reina Isabel finalmente viajó hasta Aberfan tras ocho días de silencio total. Allí, ante el encuentro de los ciudadanos, una niña se acercó a ella y le regaló un ramo de flores con un mensaje que le provocó lágrimas y tristeza. 

De parte de los niños que aún quedan en Aberfan.  

Ese momento, marcó un antes y un después en la vida de la Monarca. Isabel II, comenzó a mostrarse más cercana a los diferentes pueblos de Reino Unido, tratando de limpiar la negatividad en la que se había sumergido su imagen y a su vez, demostrando que era una Reina empática. Según explica Paul Moorhouse, jefe de exposiciones de la National Portrait Gallery y comisario de la retrospectiva sobre los retratos de Isabel II que la catástrofe de Aberfan impulso, "un punto de inflexión" en la historia de su reinado.