El Balmoral, el lugar especial que la Reina Isabel eligió para pasar a la eternidad

El mundo, y particularmente Inglaterra, está de luto por el fallecimiento de la Reina Isabel. Luego de una vigilia de aproximadamente seis horas, la Monarca británica le dio fin a su reinado de 70 años. Sus últimos días fueron en el Castillo de Balmoral, lugar del que estaba profundamente enamorada.

Desde que era pequeña, la royal acostumbraba a pasar todos los veranos en las bellas tierras de Escocia. Según fuentes allegadas a Isabel II, allí era más feliz que nunca. “La Reina es, en el fondo, una mujer de campo. Le encanta el aire libre y la libertad, y eso es lo que Balmoral le da”, escribió la escritora Penny Junor al Sunday Telegraph hace unos años.

En aquel castillo digno de cuento de hadas, la Reina Isabel adoraba pasear en su Range Rover, andar a caballo, hasta incluso lavar los platos. Además, era el lugar donde podía ser ella misma y dejar de lado, por lo menos por un tiempo, los protocolos y formalidades. Darren McGrady, chef de la Realeza, recuerda que había días en los que la Monarca británica comía fruta directamente de un táper.

Más allá de relajarse, su Alteza también tenía ciertas actividades que cumplir en su día a día. Como primera medida, se acercaba a los guardias del Castillo para saludarlos. Luego, el primer sábado de septiembre asistía a Braemer Gathering, los típicos y tradicionales juegos de Highlands. Se trata de una tradición de la Reina Victoria que Isabel no dudó en seguir. Además, no faltaba ni un domingo a misa en la Iglesia de Crathie Kirk, así como también acostumbraba a realizar un baile, el Ghillies Ball.

Sin embargo, el Castillo de Balmoral también fue el escenario de momentos de dolor y tragedia para los miembros de la Corona británica. El documental “Diana, Our Mother: Her Life and Legacy” cuenta que allí fue el lugar donde el Príncipe Harry y el Príncipe Guillermo hablaron por teléfono por última vez con su madre, Lady Di, antes del famoso accidente. Ahora, el paso a la inmortalidad de la Reina Isabel se suma a la lista de eventos tristes y desafortunados.