La receta secreta para hacer milanesa, el mejor rebozado del mundo

Si hay un plato que nunca pasa de moda y siempre deja satisfechos a los comensales, es la clásica milanesa. Con su crujiente y dorado rebozado, esta delicia es un favorito en mesas de todo el mundo. ¿Quieres aprender la receta secreta para preparar la mejor milanesa? ¡Sigue leyendo!

Ingredientes para esta receta

- Filetes de carne (pollo, ternera o cerdo)
- Pan rallado
- Harina
- Huevos
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite vegetal para freír

Paso a paso

1. Comienza preparando los ingredientes de tu receta. Bate los huevos en un plato hondo y sazona con sal y pimienta. En otro plato, coloca la harina, y en un tercero, el pan rallado.

2. Toma un filete de carne y pásalo primero por la harina, asegurándote de cubrirlo completamente. Sacude el exceso de harina y sumerge el filete en el huevo batido, cubriéndolo bien.

3. Una vez que el filete esté completamente cubierto de huevo, pásalo al plato con el pan rallado y presiona suavemente para que el pan se adhiera a la carne por todos lados.

4. Calienta el aceite vegetal en una sartén grande a fuego medio-alto. Cuando esté caliente, coloca los filetes empanizados en la sartén y fríelos hasta que estén dorados y crujientes por ambos lados, aproximadamente 3-4 minutos por lado, dependiendo del grosor de la carne.

5. Una vez que las milanesas estén doradas y cocidas por dentro, retíralas del aceite y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.

6. Sirve las milanesas calientes, acompañadas de tus guarniciones favoritas, ¡y disfruta de esta deliciosa y crujiente especialidad!

Orígenes de la milanesa

Pero ¿de donde viene esta receta? La milanesa, con su irresistible combinación de carne tierna y rebozado crujiente, tiene sus orígenes en la cocina italiana. Se dice que este plato fue creado en la ciudad de Milán, de ahí su nombre, aunque también es popular en muchos otros países de Europa y Latinoamérica.

La técnica de empanar y freír la carne se remonta siglos atrás, cuando los cocineros italianos descubrieron que podían darle a la carne un sabor y textura únicos al cubrirla con una capa de pan rallado y freírla en aceite caliente. Desde entonces, la milanesa se ha convertido en un clásico de la cocina internacional, amada por personas de todas las edades y culturas.