Las claves de la derrota de Rafael Nadal

La derrota de Rafael Nadal ante Diego Schwarztman (2-6 y 5-7) por los cuartos de final del Masters 1000 de Roma fue resonante. No solo en el entorno del español preocupa una caída imprevista, sino también las formas en las que se dio.

Nadal no logró mostrar en ningún pasaje del partido fundamentos por los que se erige como el dominador absoluto sobre arcilla. Quizás es este factor la consecuencia que más sorprende después de su eliminación.

¿Se trata de una falencia del propio mallorquín o de la mejor actuación en mucho tiempo de Schwartzman? La respuesta probablemente es que ambas razones debieron encontrarse para que el rey del polvo de ladrillo sea vencido. 

Para comprender mejor el resultado, es conveniente repasar algunas de las claves por las que se sostuvo el mal desempeño del número dos del mundo. En primer lugar, nada de esto hubiera sucedido si el argentino no hubiera jugado el mejor tenis de su vida, según el mismo afirmó.

El resultado también se puede explicar contabilizando los errores no forzados que tuvo el manacorí: totalizó 30; mientras que el porteño, 17. Fundamentalmente esta imprecisión se vio plasmada en el primer set, donde no logró calibrar sus tiros y cayó en errores pocos habituales.

Por otra parte, Rafa jamás pudo tomar la iniciativa de los puntos. Es que su rival planteó muy bien tácticamente el juego, atacando las bolas para lograr dominar antes de que se extienda el peloteo, terreno en el que mejor se desenvuelve el multicampeón.

Los puntos generalmente fueron cortos, una intención propuesta por Schwartzman que logró llevar a una efectividad impresionante, buscando ángulos para correr del eje de cancha al ex número uno del ranking.

Por último, el aspecto climático no favoreció el estilo de juego de Nadal: mucha humedad y pelotas pesadas. Esto atentó contra sus características y, en las pocas posibilidades que tuvo de emparejar la historia en la segunda manga, se chocó ante la solidez y determinación del oriundo de Buenos Aires.