El “destierro” de la Reina Sofía, lejos de la Reina Letizia

Las dos Reinas saben que protocolarmente se deben, una a la otra, una sonrisa de vez en cuando. En la realidad, sin embargo, parece que la Reina Letizia quiere tener lo más lejos posible a la Reina Sofía. 

El derrotero de los años hizo que el Caso Nóos le viniera como anillo al dedo a la Reina Letizia para convencer a su marido, el Rey Felipe, de dejar a los Borbón en la puerta de Zarzuela.

Es que el Palacio solo tiene espacio para cuatro: el Rey Felipe, la Reina Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, aunque de vez en cuando son más los Ortiz que los Borbones los que logran flanquear esos enormes muros de la residencia Real. 

Este año, después de mucho tiempo, el Rey Felipe abrió las puertas de su casa para que la Infanta Cristina, junto a sus hijos, puedan pasar la Nochebuena cerca de su abuela, que solía cortar el pan dulce para ella y su hermana Irene.

Pero este acontecimiento no puede borrar las distancias espaciales interpuestas por sus Majestades, que aunque lo disimulen lo mejor que pueden, tienen a la Emérita a más de 1 kilómetro de distancia, por lo que el contacto cotidiano, para el bien de todos ellos, es más bien esporádico. 

Con la caída en desgracia del Rey Juan Carlos, a Doña Sofía le ha quedado de a ratos una función más que nada decorativa, que ayuda a rellenar la agenda oficial cuando quedan huecos que el Rey Felipe y la Reina Letizia no pueden llenar. 

Sin chistar, como en casi toda su vida, la Reina Sofía los asume, a sabiendas de que su rol es meramente secundario, puesto que sus años dorados en el Palacio han quedado ya en el pasado.