PRINCESA LEONOR
Más restricciones en Zarzuela y dos nuevas frases vetadas para la Princesa Leonor y la Infanta Sofía
Todo muy saludable y protocolar.A las decisiones puertas adentro las toma la Reina Letizia. Y eso no se discute. Ni siquiera el Rey Felipe se atreve a confrontarla cada vez que ella entrega alguna instrucción a la cocina de la Zarzuela, que ya está habituada a los menús saludables. Ni hablar de la Princesa Leonor y de la Infanta Sofía.
Para la Reina Letizia, la buena alimentación es fundamental y se lo ha enseñado a sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía desde que eran muy pequeñas, y al mismísimo Rey Felipe, que ha tenido que modificar su dieta con el paso de los años.
Así es que en los platos abundan las verduras, las frutas y los pescados, siempre acompañados por agua y, a veces, por jugos naturales. No solo se trata de verse bien, sino también de sentirse bien.
Pero claro, una cosa lleva a la otra, por lo que la Consorte también tiene algunos alimentos negados para los suyos, fundamentalmente los ultraprocesados y las azúcares de bollería.
Entre los bocadillos que tienen prohibido su acceso a la Zarzuela se encuentran los buñuelos de calabaza y los panetes de Jaén, además de las papas fritas y todo tipo de platos que cuenten con una exagerada cantidad de calorías.
Bajo estas condiciones, la Princesa de Asturias y su hermana menor no tienen más opciones que adaptarse a la sopa de acelga, los pescados y todo aquello que ingrese dentro de una dieta mediterránea.
Educadas para ser lo más protocolares posible, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía tienen prohibidas dos palabras, sobre todo cuando se sientan en una mesa: "no me gusta" o "no me apetece".
Bien aprendidas, la heredera del trono y su hermana menor lucen figuras delgadas y esbeltas, casi a imagen y semejanza de su madre, la Reina Letizia, que en cuestiones familiares parece tener siempre la última palabra.