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El Papa le quita a la Secretaria de Estado la facultad de manejar fondos
El líder católico tomó la decisión por los escándalos de corrupción.
Debido a los escándalos de corrupción que sufrió el Vaticano, el Papa Francisco ordenó que los fondos de la Secretaría de Estado de la Santa Sede pasen a ser controlados por el Ministerio de Finanzas y administrados por la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA).
La decisión del Papa fue tomada luego que saliera a la luz una malversación de fondos del Vaticano, específicamente en el 2014 cuando fueron usados para comprar un inmueble en Londres por grandes cantidades de dinero.
"Es necesario salir lo antes posible, o al menos actuar de manera tal para que se eliminen todos los riesgos para la reputación", afirmó en una carta del líder católico al Secretario de Estado, Pietro Parolin, publicada este jueves cinco de noviembre.
"El tema de la reunión fue promover la implementación de lo que el Santo Padre solicitó mediante una carta al Secretario de Estado, fechada 25 de agosto de 2020, sobre la transferencia de la gestión administrativa de los fondos de la Secretaría de Estado a la administración del patrimonio de la Sede Apostólica y su control a la Secretaría de Economía", explicó la Santa Sede a través de un comunicado.
El Papa Francisco indicó que desea que la institución católica se mantenga en la "línea más evangélica, transparente y eficaz", y pese a que la Secretaría de Estado es uno de los organismos que más apoya al líder "no parece necesario ni apropiado que realice todas las funciones que ya están atribuidas a otros dicasterios".
Mediante los escándalos de corrupción, varios funcionarios fueron destituidos de su cargo, en el que se destaca el relevo del cardenal Angelo Becciu por parte del Papa, quien mantuvo como sustituto de la Secretaría de Estado entre el 2011 y 2018.
Además de haber invertido unos 400 millones de euros en un bien ubicado en Inglaterra, se conoció que el cardenal movió fondo a sus hermanos y a una mujer llamada Cecilia Marogna, que fue apodada “la dama del cardenal”.
Marogna supuestamente trabajaba como parte de un cuerpo de inteligencia que se encargaba de encontrar y rescatar a curas secuestrados, pero se conoció una serie de gastos lujosos que “la dama” realizó.
