La UE prioriza el clima por encima del beneficio económico internacional

El Gobierno francés sigue evaluando el acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y Mercosur, considerando que el cuidado ambiental sigue siendo primordial.

Emmanuel Macron, presidente de Francia, mantuvo su oposición luego de que una serie de expertos independientes dieran a conocer sus estudios sobre los “costos ambientales” que estos acuerdos económicos bilaterales puedan conllevar.

Las autoridades francesas aseguraron que la “principal razón” por la que se oponen al acuerdo es que “no contiene ninguna disposición que permita controlar las prácticas de los países del Mercosur en materia de lucha contra la deforestación".

Una de las exigencias del Gobierno de Macron es respetar el Acuerdo de París, donde diferentes naciones se comprometen a combatir la contaminación ambiental reduciendo las bajas emisiones de carbono.

También se requiere que las importaciones de los países miembros de Mercosur respeten las normas medioambientales de Europa.

El informe que tomó en cuenta Versalles rechaza el libre comercio, argumentando que podría "acelerarse un 5% anual" la deforestación de los países suramericanos por cubrir las exigencias de carne importada a Europa.

Además de Francia, otros países que también se mantuvieron resistentes al acuerdo por las consecuencias climáticas fueron Bélgica, Austria e Irlanda.

Varias de organizaciones protestaron en las calles francesas, demandando al Gobierno de Francia para que mantenga el Acuerdo de París.